miércoles, 11 de mayo de 2011

catástrofe

Caminé de la cocina al cuarto y le dije que faltaban veinte minutos
para que estuviera la comida,
ella giró en la cama y se cubrió con la frazada.
Caminé de la cocina al cuarto y le dije que faltaban diez minutos
para sacar las milanesas del horno.
Un rato después apagué el fuego y regresé una vez más
para avisar que estaba todo listo
ella dijo que bueno.
No tardó demasiado en el baño y se sentó a la mesa
Antes que la comida se enfriara


Dije que había llamado su vieja y esperé que pasara el silencio
Dije cuatro o cinco cosas más y siempre después de cada una
esperé que pasara el silencio mirando el pedazo de pan desgarrado
al lado de la soda, la hoja de lechuga erguida en el plato.
La percepción a veces flota en los objetos,
como si en cada uno particularmente hubiera ocurrido una catástrofe
Me siento raro le dije
Raro cómo preguntó
Como un búho embalsamado con las alas abiertas dije
y me fuí a tirar a la cama con los ojos
llorosos a recordar lo que había pensado durante ese mismo almuerzo


Luego llegó la estúpida literatura que intento hacer de ello
una excusa poética
La literatura no se hace con la voluntad leí de Bellatín
unos días después y ahí se terminó todo.

Aquel mediodía después del almuerzo
tirado boca abajo en la cama
las frases que pensaba se fueron fragmentando
Y entre fragmento y fragmento no hubo más relación
que una risa patológica, definitivamente demente
como si varias drogas duras
se hubieran mezclado en mi cabeza