lunes, 18 de enero de 2010

extracto

Sale de su casa con el perro y llega hasta la plaza donde se sienta contra unas rejas que cubren el arenero y se pone a leer

Si vienen los mando a la mierda piensa. Ellos vienen y les dice: “Ahora no tengo tiempo mientras intenta reconocer de que sexta cristiana son (uno lleva una gorra de papa Noel en la cabeza) ¿Podemos visitarlo un día a su casa? Le pregunta el otro. Ni siquiera tiene que volver a hablar, un gesto le vasta para despacharlos.

Cinco minutos después se levanta con ganas de mear y luego de cruzar la plaza rodea una edificación de ladrillo a la que llama el minicoliseo hasta encontrar en la parte de atrás una puerta de metal bastante metida. “Nunca voy a escribir una puta novela” piensa. Luego desenrolla el miembro y comienza a mear contra la puerta, todavía es de día y dos o tres peatones andan dando vuelta.

En su lugar podría haberse pajeado usando pornografía en la computadora, el equilibrio cósmico lo llama.

antes de acabar el chorro siente una leve satisfacción, una pequeña alegría por ese pequeño acto vandálico. Tiene razón Lucas piensa “a veces dan ganas de gritar en la calle: por que todo es tan difícil”. La noche anterior lo había violado un traba luego de confundirlo con una puta, un tremendo maricon puto como una gallina.