jueves, 16 de diciembre de 2010

no estamos solos

No estamos solos. Al principio no me preocupé: Escribiendo algun disparate sobre el hijo del pastor recordaba borrosamente lo ocurrido unas horas antes
Le pasa a todo el mundo pensé. En momentos de crisis querer girar el curso de la vida 180 grados
Es verdad, no dejaba de ser extraño, despertar a la mañana siguiente luego de haber estado arrodillado con los ojos húmedos en mitad de la noche y escribir precisamente lo contrario: una blasfemia, un insulto, el hijo de dios esto, el hijo de dios aquello.
Es propio de la edad, supuestamente un gesto típico de reberdía

Hace algunos meses pensé que lo reiterado y lo continuo del hecho sí era curioso y que tenía que escribir sobre eso: Tres o cuatro años escribiendo a la mañana pestes de la iglesia evangélica siendo que un par de horas antes me despierto en mitad de la noche definitivamente angustiado por un sueño y pido perdón por mis pecados, decido volver a la iglesia evangélica, dejar la vida que…
No estamos solos. Hace una semana que no escribo, ni me despierto a la mitad de nada para negar lo que voy a escribir después.
No estamos solos, vamos a ser sincero una vez, la depresión me esta matando… necesito desayunar una línea y un baso de whisky para comenzar el día como dios manda, sea lo que eso signifique.

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